Thursday, November 11, 2010

Nos robaron el trasteo!

Esta entrada debió haber sido escrita a finales de Junio, pero en ese momento estábamos demasiado ocupados y no había mucho tiempo para el blog. Pero como esta es la historia de nuestro proceso de retorno a Colombia, es un capítulo que hay que escribir.

Era el Viernes 25 de Junio. Ya habíamos organizado con el agente de aduanas (quién como parte del servicio nos entregaba la mercancía en la casa) que las cosas nos llegaban a primera hora del Sábado. Y entonces nos llamó la gerente de la empresa a contarnos que…. Hagamos un paréntesis. No todo el mundo sabe el proceso para traerse cosas a Colombia.

Cuando decidimos mudarnos de vuelta a Colombia decidimos que íbamos a traer relativamente poco. ¿Por qué? Porque traer un menaje de vuelta a Colombia (y más desde Australia) es absurdamente caro. Primero, la legislación Colombiana cobra una tarifa de casi el 30% (15% arancel y 14% IVA) sobre el valor del menaje. Adicionalmente existen reglas definidas pero relativamente arbitrarias (se pueden traer hasta 3 aires acondicionados, pero sólo un computador, o una máquina de escribir (¿en serio?), o un televisor) acerca de lo que puede o no traer el Colombiano que regresa. De manera ingenua pensé que querer volver a hacer algo por el país era una idea que ameritaba fomento por parte del Estado. Además se me había dicho que el gobierno tenía un plan para motivar el regreso de “cerebros fugados” a Colombia. Pero no. Aquí creen que si uno se devuelve lo que quiere es traerse cosas del exterior y meterlas sin pagar impuestos (seguro que habrá más de un “vivo” que lo hace, pero como aquí las reglas se hacen presumiendo que todos somos criminales) y no continuar con su vida desde el punto de vista material con relativa facilidad. Por otra parte, encontrar información clara en el exterior para volver es casi imposible. La información en los consulados no es clara, es incompleta y hasta contradictoria. Segundo, el flete es muy caro. Casi US$1,000 –por mar- por metro cúbico desde Australia,  donde una parte importante del flete parece ser el transporte Buenaventura (puerto en el pacífico)- Bogotá.  

Entonces, nos dedicamos a vender y/o regalar todo lo grande y escogimos únicamente aquello que tenía valor sentimental o que iba a servir el propósito de hacer la adaptación de las niñas más fácil. Recuerdos de viajes, libros, fotos, el cuarto de Emma, regalos recibidos, juguetes, etc. Si valía la pena venía en una de las 13 cajas. Si no, se quedó en Australia. Y así, después de una ayuda invaluable de nuestra amiga Glorita para tener todo empacado, el 20 de Marzo recogieron el trasteo en la casa en Sydney. Fecha estimada de llegada: finales de Mayo.

Las cosas efectivamente llegaron a Buenaventura a finales de Mayo. Allí fue necesario hacer la inspección y la nacionalización (esencialmente pagar el arancel) y la mercancía fue liberada de aduana el 20 de Junio. Como el 21 fue día de elecciones presidenciales, el agente de aduana prefirió –por razones de seguridad- esperar un par de días para transportarla. Y el 24 de Junio la mercancía partió con destino Bogotá, a donde debía llegar hacia el mediodía del 25. Y efectivamente llegó a Bogotá: el camión ingresó a la ciudad y un par de kilómetros después fue parado por personas con uniformes militares quienes bajaron al conductor y se llevaron el camión. Y con él todas nuestras pertenencias.

Aquí volvemos a la llamada de la gerente de la empresa. Era la tarde del Viernes y estábamos entrando a un centro comercial cuando suena mi teléfono y la gerente de la empresa nos comunica la noticia. ¿Nuestra reacción? Desconcierto primero, incredulidad y algo de rabia después y una sensación profunda de impotencia y tristeza. ¿A quién le interesa robarse nuestra ropa o la de nuestras hijas? ¿Dónde terminarán las fotos del matrimonio? ¿Qué irán a hacer con la cuna de las niñas? Etc. Adicionalmente, ¿será que van a utilizar los documentos para cometer delitos?  (Todos nuestros documentos venían en las cajas). Porque nosotros sólo queríamos venir a poner de nuestra parte; por eso me pregunto: ¿Alguien tiene idea porqué nos pasa esto a nosotros?

Tuesday, November 9, 2010

Burbujas


Todos vivimos en nuestras respectivas realidades. Elementos como la cultura, la educación y el medio ambiente tienden a homogeneizar dichas realidades entre individuos con antecedentes similares, pero pueden crear abismos a partir de pequeñas diferencias. De ahí que regímenes autoritarios inviertan tanto esfuerzo en aplastar disidentes; ellos crean las fisuras que muestran otras realidades a sus conciudadanos. Pero el propósito de hoy no es entrar en un tema tan amplio y tan álgido. El propósito es hablar un poco más de nuestra realidad viviendo el día a día que escogimos.

Como mencionaba en la entrada anterior (El abismo de la desilusión) en este momento nuestra realidad es poco agradable. Nuestro punto de vista está viciado por las experiencias vividas en el exterior, y, principalmente, por el hecho de habernos hecho padres en una cultura diferente, donde el respeto a los demás es pan de cada día y es entendido como base de funcionamiento de la sociedad. Y dado que podríamos argumentar que la paternidad es uno de los mayores cambios que se viven, nuestra realidad cambió en forma trascendental en Octubre del 2007. Por eso es tan difícil reconciliar la idea que traíamos de la sociedad colombiana con lo que nos encontramos. 

Lo que encontramos es que esta es una sociedad (como todas, pero en esta se magnifica) de muchas realidades. Pero lo complicado es que aquí la realidad de cada uno puede medirse en términos de burbujas. Cada persona mira el contenido de su burbuja y a partir de ella entiende el mundo. “Eso pasa en todas partes” dirán algunos; si, pero aquí la burbuja se convierte en una armadura que protege del ambiente; es más, no tienden a ser burbujas transparentes sino todo lo contrario: formas de encerrar mi mundo. Por eso, para mí Colombia no es un país de 40 millones de habitantes; es una región con 40 millones de burbujas. Cada cual tira hacia su lado, y sólo abrimos nuestra burbuja para dejar entrar a quienes queremos. Por eso es que los colombianos desconocidos son groseros, faltos de cultura, intolerantes. Pero apenas dejan de ser desconocidos (i.e. abren su burbuja) se convierten en personas cálidas, amables, interesantes y buenos amigos. Lo mejor que uno puede tener a su lado en un momento de dificultad es un colombiano amigo; lo peor que puede tener al frente es un colombiano desconocido.

Yo no quiero dejar que mi burbuja se obscurezca. Yo quiero seguir viendo que mis actos tienen consecuencias en otras personas; que de mis acciones dependen las reacciones que recibo; que así como hay quienes viven mejor que yo hay millones que viven mucho peor; que si todos hacemos las cosas mejor, todos vamos a vivir mejor. Que de tratar a los desconocidos con generosidad y respeto depende el crecimiento de una sociedad. Lo que no tengo claro en este momento es si voy a poder sobrevivir en esta cultura sin obscurecer mi burbuja. Y ese es un dilema que parte el alma. Pero lo que sé que si voy a seguir haciendo es aclarando burbujas, seguir ayudando a otros a ver un poco más allá de lo evidente. Y para eso tengo que aclarar más la mía lo que es un esfuerzo diario que debería dar respuesta a mi dilema.

¿Y usted, sabe que tan oscura es su burbuja?

Aquí dejo algunos ejemplos de burbujas. Espero que me colaboren con otros.
->“Este ha sido el mejor presidente de la historia. Antes los colombianos con finca no podíamos ir a ella. Y ahora si podemos”
-> Cuando alguien se monta en su carro en Bogotá. ¿Hay que decir más?
-> “Si no soy yo es otro”
-> “Y a mi que me importa. Igual, no lo conozco”

Thursday, October 21, 2010

El Abismo de la Desilusión

¿Cómo no utilizar símiles entre nuestra vida profesional y nuestro día a día?

Quienes trabajamos con tecnología seguramente hemos tenido exposición a lo que Gartner llama “La curva de las expectativas en tecnología”. Esta curva muestra el proceso típico por el cual pasa una nueva tecnología desde cuando es creada hasta el momento en que madura y se convierte en productiva.

Para aquellos no familiarizados con el Inglés, todo empieza con algún detonante para la tecnología, dicho detonante genera un cúmulo de expectativas infladas, luego se cae en el abismo de la desilusión, para luego subir por la ladera del entendimiento y llegar a la meseta de la productividad.

Suena esotérico, no? Es más, que tiene que ver esto con el blog? Pues la verdad mucho y nada. Aquí no estamos hablando de tecnología, hablamos de una decisión de vida que nos ha llevado por un proceso “interesante” para ponerlo de alguna forma. Y la verdad es que los paralelos son notables.

Como sabrán quienes han leído esta historia desde el principio (ver: Cuando se toma una decisión) ciertas circunstancias en nuestra vida y un proceso de toma de decisiones nos llevó a empezar a caminar este sendero. Esencialmente, el equivalente al “detonante de la tecnología”. Después pasamos por un proceso largo de crear expectativas y soñar de alguna manera con nuestras oportunidades y posibilidades de generar un cambio aquí. En otras palabras, creamos ese cúmulo de expectativas infladas. Y, cómo era de esperarse, ahora estamos el abismo de la desilusión. Es decir, aquí:


Nos ha pasado de todo, hay días en que pareciera que la parte profesional no anda, otros donde la cultura y el modo de vivir de esta ciudad y esta sociedad nos hace sentir totalmente fuera de lugar, otros donde se siente que no somos suficientemente influyentes para generar ningún tipo de cambio, y otros donde simplemente pensamos: ¿Qué hice?; ¿Qué estaba pensando cuando tomé esta decisión?; ¿Qué me fumé?.

Afortunadamente, nos dimos un tiempo largo, y esperamos que haya luz al final del túnel. En algún momento empezaremos a escalar la ladera del entendimiento y llegaremos a dar resultados y alcanzar nuestros objetivos. Pero, entre tanto, ¿Dónde consigo esa vaina que me fumé cuando estaba en Australia?

Tuesday, June 22, 2010

Escribiendo de nuevo!

Hace ya dos meses que no escribía nada. La llegada a Colombia no ha sido sencilla y lo que hay son historias para contar. Pronto vendrán, ojalá alguien esté leyendo!

La falacia del miedo

Todos tenemos diferentes miedos. Desde miedos insignificantes que no pasan de ser una distracción, hasta fobias que dañan por completo la calidad de vida de muchas personas. Sentir miedo es una característica innata del ser humano, pero lo que nos diferencia a unos de los otros es como reaccionamos ante él.

Algunas personas escogen no enfrentarlo. Es más, hacen lo imposible por no sentirlo. Organizan su vida alrededor de evitar esos miedos y se convencen a sí mismos de estar haciendo lo mejor para sus vidas. Puede que en algunos casos sea cierto, pero apuesto que en general se privan de una vida mucho más plena.

Otras personas parecieran no tenerlo. Se muestran infalibles, fuertes y con capacidad de enfrentar lo que sea. Estoy seguro que algunos son así, pero muchos otros se escudan detrás de esa máscara de fortaleza para no dejar salir algo de su inseguridad interior. Algunos de ellos son los que más fuertemente se desboronan cuando la vida parece estar en su contra.

La mayoría nos movemos entre esos dos extremos. Dependiendo de cuáles sean nuestros temores algunos nos verán como miedosos y otros como valientes. Pero lo importante es cómo nos veamos nosotros mismos. Los únicos miedos que tienen la capacidad de derrotarnos son aquellos que no somos capaces de enfrentar. Aquellos que nosotros mismos alimentamos al decidir (consciente o inconscientemente) que son muy grandes para nosotros. Aquellos que alimentamos al evitarlos.

Durante mucho tiempo temí empezar a trabajar independientemente, por mi mismo. La comodidad de saber de dónde vendrá el siguiente cheque, las innumerables excusas de por qué no es el momento, la conveniencia de pensar que después se darán las cosas como yo quiero. La verdad es que sólo se darán el día que yo decida que se pueden empezar. La verdad es que el miedo sólo se vence cuando uno lo mira a la cara. Y en mi caso, no sé si esta aventura será exitosa o no, pero estoy seguro que ya soy un ganador. Ya vencí un miedo. ¿Y cuál es el suyo?

Sunday, April 18, 2010

De todo por Wills: ¿Santos o Mockus?

Los invito a leer una discusión muy interesante entre alguien que prefiere a Mockus como futuro presidente, y alguien que prefiere a Juan Manuel Santos. Buena lectura!

De todo por Wills: ¿Santos o Mockus?

Monday, March 22, 2010

Mirando hacia adelante

Ha sido una semana muy atareada. La logística que acompaña una mudanza internacional es compleja, desgastante y burocrática. Es entendible que a muchas personas este proceso las desmotive cuando quieren cambiar de residencia. Sin embargo, también hay un sentimiento profundo de logro una vez se cierran tareas. Salimos de los muebles grandes, ya recogieron la mudanza que se va para Colombia, el viaje de vuelta esta casi listo.... pero esa no es la motivación principal. La motivación principal es que empieza una nueva etapa, llena de oportunidades y de tesoros, un nuevo capítulo. Y sobre ésto es que quiero reflexionar.

En Colombia tendemos a quedarnos en lo que pasa hoy en día. No, en realidad, en Colombia tendemos a mirar el presente y algo del futuro pero con un lente pesimista. Tendemos a sentir nostalgia por los tiempos pasados y a catastrofizar acerca de como el futuro puede ser peor. Siempre hay algo malo, siempre hay corruptos, siempre hay inseguridad, siempre hay algo. Siempre hay una razón para ser pesimistas, siempre hay una razón para justificar porque las cosas no van bien. Siempre hay una razón para no asumir responsabilidades y culpar a otro. Y con todas esas razones y pesimismo, en Colombia no vemos el futuro con buenos ojos.

Yo creo que en Colombia necesitamos empezar a ver un futuro diferente. En Colombia necesitamos empezar a ver y resaltar las cosas buenas, a quienes son transparentes y honestos, y a todos los rincones del país que hay que visitar y conocer. En Colombia se pueden hacer las cosas bien si queremos, en Colombia se puede armar un futuro si queremos y en Colombia hay posibilidad de cambio si queremos. Pero todo eso sólo es posible si empezamos por nosotros. Sólo es posible si empezamos a seguir las reglas, si empezamos a ver las cosas buenas que hay en los demás, si empezamos a hacer buenos actos sin esperar nada a cambio, y sobre todo si miramos hacia adelante con optimismo y esperanza. Porque por cada colombiano adicional que crea que hay futuro y hay esperanza, va a haber diez que van a cuestionarse y a preguntarse si ellos también lo pueden hacer. Y una vez cambiemos suficientes mentalidades, vamos a cambiar el futuro de nuestro país.

Por eso hay que recordar a John F. Kennedy. No se trata de qué puede hacer el país por nosotros, se trata de que podemos hacer nosotros por el país. Y que tal empezar por creer que puede ser mejor?

Thursday, March 11, 2010

Política o no política?

Me dije a mi mismo que no iba a hacerle campaña a nadie en estas elecciones, pero también sé que estoy comprometido con que mejoremos el país. Por esto voy a usar esta entrada corta para hacer un poco de plagiarismo, y ojalá ayudar a algunos de ustedes a que piensen en propuestas interesantes para estas elecciones.

Entonces, empecemos plagiando a alguien. Una persona que respeto profundamente escribió: "Este catorce de marzo los colombianos estaremos eligiendo un nuevo Congreso; una oportunidad para recomponerlo y escoger personas que ayuden a reformarlo para bien de la institución y de Colombia. Hay varias opciones interesantes. Si no han escogido aún su candidato y viven en Bogotá, les comparto, para su análisis..." (y aqui es donde entro yo) ...tres propuestas que creo vale la pena analizar:

1. Edgar Robles, dirigente scout y alguien que creo puede hacer diferencia. Aqui están un vínculo a su video en you tube y a su página. Creo en las virtudes y valores de Edgar, y por eso estaría dispuesto a darle mi voto sin importar su filiación política.

2. Santiago Morales. Vínculo a su página. Aunque no lo conozco, es parte de una familia con valores sólidos y que merece mi respeto. La recomendación de ellos es suficiente para invitarlos a que lo miren como una opción, además del enfoque de sus propuestas.

3. El partido Verde . Como propuesta me parece interesantísimo. No sólo en Colombia, sino en lo que conozco de democracias occidentales, no había visto yo una campaña que se pudiese realizar a la altura de la que Mockus, Peñaloza y Garzón han hecho. Por el simple hecho que han demostrado que la política puede ser incluyente y constructora en vez de divisiva y excluyente, merecen estar en el radar de todos los colombianos.

Por último, los invito a que voten. Por quien quieran, pero háganlo a conciencia. Esa es una responsabilidad que muchos de nosotros hemos dejado de lado y que ha influido en que estemos como estamos.

Wednesday, March 10, 2010

Qué es ser Colombiano?

Hace un par de días la corte constitucional dió un fallo que nos dá más razones para celebrar que para angustiarnos*. No importa si creemos que la presidencia actual es la mejor o la peor de la historia, no importa si creemos que un grupo de jueces tienen derecho o no a contradecir lo que parece ser la “voluntad del pueblo”, no importa si pone o no en juego el futuro de las políticas del actual gobierno. Lo que importa es que hay quienes nos recuerdan que nuestro futuro a largo plazo no se puede hipotecar por no seguir las reglas. Lo que importa es que hay cimientos sobre los cuales está construída nuestra sociedad que son los que nos harán libres. Lo que importa es que nuestra constitución es un marco de referencia sobre el cual crecemos, constitución por la cual muchos de nosotros luchamos hace veinte años, por la cual muchos murieron hace veinte años. Lo importante es que hay bases sobre las cuales construir, porque Colombia no es lo que nuestros padres hicieron de ella, Colombia es lo que nosotros construyamos para nuestros hijos.

No es gratuito que los colombianos figuremos como las personas que se consideran entre las más felices de la tierra. Es irónico. Es irónico porque los problemas que tenemos son bien conocidos por todos nosotros: falta de oportunidades, desigualdad social, inseguridad, subdesarrollo, etc. Pero no es gratuito porque hay bases comunes sobre las cuales podemos construir. Somos “echaos pa’lante”, creemos que “al mal tiempo buena cara”, le metemos el hombro a las cosas, rumbeamos aunque no haya con que, pensamos que por ahí, en alguna parte, hay algo mejor que es para nosotros. Lo desconcertante es que al mismo tiempo nos desesperamos y creemos que hay que ser “vivos” porque si no nuestra oportunidad no va a llegar, creemos que cualquiera de nuestros compatriotas quiere sacarnos ventaja, y pensamos que no hay que “dar papaya” y hay que aprovechar cuaquier “papayazo”.

Qué tiene que ver ésto con el fallo de la corte constitucional? Todo y nada. Nada, porque en Colombia creemos que el Estado y sus instituciones son un mundo aparte que no refleja nuestras vidas, pero Todo porque no es asi. El Estado está compuesto por personas como cualquiera de nosotros y que hacen lo mismo que muchos hacemos en nuestras interacciones todos los días. Y ese Estado es un reflejo de nuestra sociedad. Un reflejo que tiende a presentar más de lo negativo que de lo positivo. Pero al fin una institución nos ha dicho que las reglas hay que respetarlas si queremos tener futuro, que no podemos hipotecar el largo plazo por pendejadas de corto plazo –sin impotar que tan fundamentales parezcan-, que le futuro no es de los “vivos”, y que si queremos hacer algo importante hay que hacerlo bien. La corte nos recordó que se nos está olvidando que es ser Colombianos: ser Colombianos no es hacer trampa y dárnolas de vivos; ser Colombianos es saber que podemos salir adelante sin importar las vicisitudes, ser Colombiano es adorar los principios sobre los que crecimos: la santidad de nuestra familia, la importancia de nuestro trabajo y el ser decentes y educados. Porque los Colombianos que se creen felices son la mayoría, son los que saben que a pesar de las apariencias esos valores están ahí. El trabajo ahora es rescatar dichos valores.


*Para quienes no lo saben, la corte constitucional en Colombia tumbó la posibilidad de una tercera reelección de un mismo individuo para ocupar el rol de presidente. Y en pocas palabras, fue porque obligó al pueblo y los funcionarios a seguir las reglas.

Tuesday, February 23, 2010

Sin certidumbre

Cuando decidimos volver a Colombia sabíamos que no iba a ser fácil. Conocemos los problemas: falta de seguridad, pocas oportunidades, pobreza, corrupción, etc. Allí crecimos y tuvimos que vivir algunas de ellas en carne propia. Pero hay un aspecto actual del contexto colombiano –latinoamericano, para ser más precisos- que impacta directamente nuestra decisión y que se encuentra completamente fuera de nuestro círculo de influencia: el ambiente político. Colombia es una nación pobre, situada en la que sería la esquina menos desarrollada del mundo si no fuera porque África nos quita ese vergonzoso honor. Hay pobreza, desigualdades abrumadoras, falta de educación, tráfico de influencias y muchos otros problemas que son poco notables, si no inexistentes, en el mundo desarrollado. También es un país donde las clases gobernantes han ejercido en beneficio de unos pocos y a costa de muchos. Es un país donde muy pocos viven bien y muchos apenas sobreviven.

Este contexto es el caldo de cultivo ideal para movimientos radicales que abogan las necesidades de la población pobre y un cambio de gobierno que sea afín a estas prioridades. Pero también ha generado la aparición de grupos radicales que quieren mantener el status quo. El único factor común entre estos movimientos es su radicalidad. Dichos movimientos no dudan en arrasar el país sí eso es lo que toma para llegar al poder o para evitar que el otro llegue; esos movimientos prefieren un país arrasado que encontrar un campo común con sus detractores. Esos movimientos son culpables directos de la muerte de miles de personas en nuestro país y de evitar que progreso real llegue a quienes lo necesitan. Y aquellos que de verdad lo necesitan son quienes se encuentran atrapados en medio de estos movimientos, atrapados sin opciones y sin futuro. La influencia negativa de estos grupos es tal, que el país se encuentra más polarizado que nunca. Las voces que claman la grandeza y cuasi divinidad de sus líderes acallan las voces de la razón y la reflexión; la pasión ha tomado el lugar del cuestionamiento y el raciocinio, y cualquier desacuerdo se ve como una afrenta. El camino que caminamos se parece mucho al camino que lleva a la auto-destrucción.

Es este camino el que me hace dudar de mi decisión. Si es una buena idea tratar de crear empresa en un ambiente donde una minoría corrupta toma las decisiones y da la pauta en términos de las políticas y las economía? Es una buena idea crear empresa donde algunas personas abogan por un modelo socialista que tiende a castigar el esfuerzo individual y a premiar ineficiencias que benefician a algunos en el gobierno? Es una buena idea encaminarse a la falta de certidumbre de un país donde el liderazgo ha perdido el lustre, a una región que pareciera precipitarse al borde de un abismo? La respuesta clara pareciese ser no, pero sólo tomando el timón se puede cambiar la dirección de la nave. Tan sólo entrando en el juego se pueden cambiar los resultados. Y tan sólo con compromiso y visión futura podemos hacer que las preguntas se vuelvan irrelevantes. Se trata de sembrar las semillas de responsabilidad social entre los empresarios; se trata de crear una economía fuerte que incluya más y más colombianos en vez de dejarlos en la informalidad; esto se trata de actuar como las ondas en un estanque: desde adentro hacia afuera y generando un cambio visible.

Nos vamos a Colombia en un mar de incertidumbre para ser parte de quienes hacen la diferencia. Nos vamos a Colombia a hacer una diferencia en la vida de la gente. Nos vamos a Colombia a vivir otra vida, la de nuestra gente. Nos vamos a Colombia porque esa es la vida que escogemos vivir.

Monday, February 15, 2010

Cuando se toma una decisión

Esta entrada la escribí originalmente el 5 de Agosto del 2009. Seis meses después tan sólo ha cambiado que Ana Sofía ya nació. Pero aparte de eso los objetivos se mantienen y la decisión se ha fortalecido. Es un testamento a nuestra planeación. Así que aqui vamos:

Decidimos devolvernos a Colombia. Ha sido una decisión muy difícil puesto que en Australia tenemos buenos amigos, muchas oportunidades y sobre todo opciones para el futuro de nuestras hijas. Claro que la vida es más que un futuro cómodo y predecible. Para quienes somos cercanos a nuestras familias, quitarles a ellos y a nuestras hijas la oportunidad de crecer cerca es un dolor constante. No hay palabras que puedan describir la felicidad de Emma o en nuestras familias cuando los visitamos en Abril. Es claro para nosotros que ellos merecen la oportunidad y que esa interacción también hará una diferencia significativa en el crecimiento de las niñas.
Sin embargo, ¿no es ese el precio que los inmigrantes tienen que pagar para mejorar sus vidas?. ¿Nos falta la fortaleza para continuar un proceso que empezamos hace casi una década y que definitivamente ha mejorado nuestras vidas?. La respuesta podría ser si, si no tenemos en cuenta otros factores. Si estar más cerca a nuestras familias fuese el único motivo sé que no me sentiría feliz.

Lo que pasa es que ha llegado el momento de pagar la deuda que sé que tengo con el país que me vió nacer. Yo siempre he creído que si quienes hemos tenido la oportunidad de vivir y entender otros modelos de sociedad, que si quienes hemos viajado y visto otras culturas no lideramos cambios en nuestro país, ¿cómo podemos pedirle a otros que lo cambien?; ¿Cómo pedirle a quien sólo conoce una manera de hacer las cosas que las haga de una forma distinta?. Porque no es justo hacer esa exigencia sé que tengo un deber que cumplir. Es por esto que sé que ha llegado el momento de poner nuestro grano de arena y ayudar a generar cambios. Me devuelvo a Colombia a empezar mi propia empresa.

Después de años de ayudar diferentes organizaciones alrededor del mundo a mejorar sus resultados es hora de hacerlo en el lugar donde va a ser una diferencia importante para mis compatriotas. Yo voy a ser parte de cambiar el futuro a muchas personas en Colombia (y en Latino América) llevando mi experiencia y convirtiéndola en resultados en una parte muy especial del mundo. Una parte que necesita, más que ayuda, el impulso que personas como yo le podemos dar. Una parte donde cambios pequeños pueden generar inmensos resultados. En este momento tan solo puedo tratar de adivinar lo que dichos cambios generarán, pero las cosas importantes sólo suceden cuando alguien trata de hacerlas. Y es hora de hacerlo.
Ahora es el momento de dar los primeros pasos. Organizar el trasteo, vender la casa, esperar a que nazca Ana Sofía y muchas otras cosas. Tan sólo pensar en lo que hay que hacer para mudarnos suena complicado. Y ni hablar de lo que hay que preparar para que las cosas se den allá. Pero ese es el reto. Si fuera fácil, no valdría la pena hacerlo.