Tuesday, February 23, 2010

Sin certidumbre

Cuando decidimos volver a Colombia sabíamos que no iba a ser fácil. Conocemos los problemas: falta de seguridad, pocas oportunidades, pobreza, corrupción, etc. Allí crecimos y tuvimos que vivir algunas de ellas en carne propia. Pero hay un aspecto actual del contexto colombiano –latinoamericano, para ser más precisos- que impacta directamente nuestra decisión y que se encuentra completamente fuera de nuestro círculo de influencia: el ambiente político. Colombia es una nación pobre, situada en la que sería la esquina menos desarrollada del mundo si no fuera porque África nos quita ese vergonzoso honor. Hay pobreza, desigualdades abrumadoras, falta de educación, tráfico de influencias y muchos otros problemas que son poco notables, si no inexistentes, en el mundo desarrollado. También es un país donde las clases gobernantes han ejercido en beneficio de unos pocos y a costa de muchos. Es un país donde muy pocos viven bien y muchos apenas sobreviven.

Este contexto es el caldo de cultivo ideal para movimientos radicales que abogan las necesidades de la población pobre y un cambio de gobierno que sea afín a estas prioridades. Pero también ha generado la aparición de grupos radicales que quieren mantener el status quo. El único factor común entre estos movimientos es su radicalidad. Dichos movimientos no dudan en arrasar el país sí eso es lo que toma para llegar al poder o para evitar que el otro llegue; esos movimientos prefieren un país arrasado que encontrar un campo común con sus detractores. Esos movimientos son culpables directos de la muerte de miles de personas en nuestro país y de evitar que progreso real llegue a quienes lo necesitan. Y aquellos que de verdad lo necesitan son quienes se encuentran atrapados en medio de estos movimientos, atrapados sin opciones y sin futuro. La influencia negativa de estos grupos es tal, que el país se encuentra más polarizado que nunca. Las voces que claman la grandeza y cuasi divinidad de sus líderes acallan las voces de la razón y la reflexión; la pasión ha tomado el lugar del cuestionamiento y el raciocinio, y cualquier desacuerdo se ve como una afrenta. El camino que caminamos se parece mucho al camino que lleva a la auto-destrucción.

Es este camino el que me hace dudar de mi decisión. Si es una buena idea tratar de crear empresa en un ambiente donde una minoría corrupta toma las decisiones y da la pauta en términos de las políticas y las economía? Es una buena idea crear empresa donde algunas personas abogan por un modelo socialista que tiende a castigar el esfuerzo individual y a premiar ineficiencias que benefician a algunos en el gobierno? Es una buena idea encaminarse a la falta de certidumbre de un país donde el liderazgo ha perdido el lustre, a una región que pareciera precipitarse al borde de un abismo? La respuesta clara pareciese ser no, pero sólo tomando el timón se puede cambiar la dirección de la nave. Tan sólo entrando en el juego se pueden cambiar los resultados. Y tan sólo con compromiso y visión futura podemos hacer que las preguntas se vuelvan irrelevantes. Se trata de sembrar las semillas de responsabilidad social entre los empresarios; se trata de crear una economía fuerte que incluya más y más colombianos en vez de dejarlos en la informalidad; esto se trata de actuar como las ondas en un estanque: desde adentro hacia afuera y generando un cambio visible.

Nos vamos a Colombia en un mar de incertidumbre para ser parte de quienes hacen la diferencia. Nos vamos a Colombia a hacer una diferencia en la vida de la gente. Nos vamos a Colombia a vivir otra vida, la de nuestra gente. Nos vamos a Colombia porque esa es la vida que escogemos vivir.

3 comments:

  1. En la vida nada tiene la certeza absoluta de un resultado, ni la muerte en la que podemos encontrarnos con la probabilidad de un mas allá o con una trscendencia en dimensión o en espíritu, lo único cierto es que cuando uno cree con el corazón y siente la convicción de sus pensamientos, el dejarlos fluir es la única certeza de que vivimos para nosotros mismos que es el fin de nuestra existencia. en conclusión lo única cierto es vivir y ello solo se logra con la satisfacción del corazón de lo vivido y el recuerdo conciente de lo conocido.

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  2. Interesante William, interesante. Y de acuerdo. Por eso se siente tan bien tomar el riesgo. De alguna manera, solo me he sentido más vivo cuando nacieron las ninhas. Es el comienzo de un camino muy largo, pero tambien lleno de retos increibles. Nos veremos en él ;-)

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  3. Carlos espero que tengas la mejor de las suertes y se cristalicen tus sueños.

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