Thursday, October 21, 2010

El Abismo de la Desilusión

¿Cómo no utilizar símiles entre nuestra vida profesional y nuestro día a día?

Quienes trabajamos con tecnología seguramente hemos tenido exposición a lo que Gartner llama “La curva de las expectativas en tecnología”. Esta curva muestra el proceso típico por el cual pasa una nueva tecnología desde cuando es creada hasta el momento en que madura y se convierte en productiva.

Para aquellos no familiarizados con el Inglés, todo empieza con algún detonante para la tecnología, dicho detonante genera un cúmulo de expectativas infladas, luego se cae en el abismo de la desilusión, para luego subir por la ladera del entendimiento y llegar a la meseta de la productividad.

Suena esotérico, no? Es más, que tiene que ver esto con el blog? Pues la verdad mucho y nada. Aquí no estamos hablando de tecnología, hablamos de una decisión de vida que nos ha llevado por un proceso “interesante” para ponerlo de alguna forma. Y la verdad es que los paralelos son notables.

Como sabrán quienes han leído esta historia desde el principio (ver: Cuando se toma una decisión) ciertas circunstancias en nuestra vida y un proceso de toma de decisiones nos llevó a empezar a caminar este sendero. Esencialmente, el equivalente al “detonante de la tecnología”. Después pasamos por un proceso largo de crear expectativas y soñar de alguna manera con nuestras oportunidades y posibilidades de generar un cambio aquí. En otras palabras, creamos ese cúmulo de expectativas infladas. Y, cómo era de esperarse, ahora estamos el abismo de la desilusión. Es decir, aquí:


Nos ha pasado de todo, hay días en que pareciera que la parte profesional no anda, otros donde la cultura y el modo de vivir de esta ciudad y esta sociedad nos hace sentir totalmente fuera de lugar, otros donde se siente que no somos suficientemente influyentes para generar ningún tipo de cambio, y otros donde simplemente pensamos: ¿Qué hice?; ¿Qué estaba pensando cuando tomé esta decisión?; ¿Qué me fumé?.

Afortunadamente, nos dimos un tiempo largo, y esperamos que haya luz al final del túnel. En algún momento empezaremos a escalar la ladera del entendimiento y llegaremos a dar resultados y alcanzar nuestros objetivos. Pero, entre tanto, ¿Dónde consigo esa vaina que me fumé cuando estaba en Australia?