Tuesday, June 22, 2010

Escribiendo de nuevo!

Hace ya dos meses que no escribía nada. La llegada a Colombia no ha sido sencilla y lo que hay son historias para contar. Pronto vendrán, ojalá alguien esté leyendo!

La falacia del miedo

Todos tenemos diferentes miedos. Desde miedos insignificantes que no pasan de ser una distracción, hasta fobias que dañan por completo la calidad de vida de muchas personas. Sentir miedo es una característica innata del ser humano, pero lo que nos diferencia a unos de los otros es como reaccionamos ante él.

Algunas personas escogen no enfrentarlo. Es más, hacen lo imposible por no sentirlo. Organizan su vida alrededor de evitar esos miedos y se convencen a sí mismos de estar haciendo lo mejor para sus vidas. Puede que en algunos casos sea cierto, pero apuesto que en general se privan de una vida mucho más plena.

Otras personas parecieran no tenerlo. Se muestran infalibles, fuertes y con capacidad de enfrentar lo que sea. Estoy seguro que algunos son así, pero muchos otros se escudan detrás de esa máscara de fortaleza para no dejar salir algo de su inseguridad interior. Algunos de ellos son los que más fuertemente se desboronan cuando la vida parece estar en su contra.

La mayoría nos movemos entre esos dos extremos. Dependiendo de cuáles sean nuestros temores algunos nos verán como miedosos y otros como valientes. Pero lo importante es cómo nos veamos nosotros mismos. Los únicos miedos que tienen la capacidad de derrotarnos son aquellos que no somos capaces de enfrentar. Aquellos que nosotros mismos alimentamos al decidir (consciente o inconscientemente) que son muy grandes para nosotros. Aquellos que alimentamos al evitarlos.

Durante mucho tiempo temí empezar a trabajar independientemente, por mi mismo. La comodidad de saber de dónde vendrá el siguiente cheque, las innumerables excusas de por qué no es el momento, la conveniencia de pensar que después se darán las cosas como yo quiero. La verdad es que sólo se darán el día que yo decida que se pueden empezar. La verdad es que el miedo sólo se vence cuando uno lo mira a la cara. Y en mi caso, no sé si esta aventura será exitosa o no, pero estoy seguro que ya soy un ganador. Ya vencí un miedo. ¿Y cuál es el suyo?